Cuando se nombra a un tercero o en las pólizas de seguro nombran, por ejemplo, daños a terceros se refieren a una persona física o jurídica ajena al contrato del seguro y al asegurado.
Ejemplo de daños a terceros
El ejemplo más común sería el daño que se le provoca por humedades al vecino de abajo por las filtraciones de agua en nuestro piso. El propietario sería el tercero y las humedades el daño.